Escrito por Susan Frego, voluntaria verano de 2023
En este punto empezamos a preguntarnos: “¿Qué sigue?”
Pero este verano, dos meses antes de cumplir 60 años, decidí pasar 7 semanas trabajando como voluntaria en Amigos for Christ porque en lugar de consultar, viajar o jugar golf, quería hacer algo "significativo".
Ahora quizás se esté preguntando: “¿Qué puede aportar una persona de 60 años?” y para ser honesto, es una pregunta que me hice. Quiero decir, no hablo español, no soy maestra ni enfermera, y soy mucho menos activa físicamente que cuando tenía 20 años. Entonces, al pensar en la pregunta “¿qué ofrezco?”, La respuesta simple fue: YO MISMA.
Decidí desde el principio que haría todo lo que Amigos me pidiera. Si eso significaba que estaría cortando frutas y verduras para las comidas, cambiando la ropa de cama, trabajando en la oficina o cargando una piocha, lo que fuera yo iba a dar lo que me pidieran: el 110%.
Al bajar del avión en Managua, me encontré con un grupo de jóvenes de Wisconsin, todos vestidos con sus camisetas de JUNTOS. Como una forma de entablar conversación, les pregunté a algunos: “¿Cuántos años creerías que tienes si no supieras cuántos años tienes?” Para mí la respuesta siempre es 27.
Hay una enorme diferencia entre envejecer y mejorar.
En este nuevo rol podría tratar de dar ejemplo viviendo mi fe: amando a Dios y sirviendo a los demás. Podría trabajar duro e intentar sorprender a la gente con mi resistencia. Podría ofrecer un oído a alguien que quisiera hablar, una experiencia de vida a quienes buscaban sabiduría o un abrazo a alguien que se sintiera un poco triste. Podía buscar oportunidades para ayudar (lavar platos, hacer PB&J, llenar termos) donde quiera que fuera necesaria ayuda. En este rol podría crecer MEJOR.